El oro se ha utilizado desde tiempos inmemoriales en el tratamiento de diversas enfermedades. Los primeros registros del uso del oro datan del 1500 antes de Cristo. El «Oro potable» de los alquimistas fue un elixir de vida, al que se le suponían virtudes y muchas propiedades curativas.
En la actualidad, tal como sucede con la plata, en su estado coloidal se emplea cada vez más en medicina y estética, por ejemplo, en cirugía para parchar vasos sanguíneos dañados, nervios, huesos, y membranas. Es también usado en el tratamiento de varias formas de cáncer, ya que refuerza el sistema inmunológico. El oro coloidal tiene un efecto de equilibrio y armonización en todos los niveles del cuerpo, mente y espíritu. Se usa para mejorar la actitud mental y los estados emocionales. Se ha reportado que promueve un incremento de la energía, la voluntad, la libido y la concentración mental, así como el rejuvenecimiento. Ha sido conocido a través del tiempo por tener un efecto directo sobre las actividades del corazón, y por mejorar la circulación de la sangre. Es benéfico para rejuvenecer órganos con problemas funcionales, especialmente el cerebro y el sistema digestivo, y ha sido usado en casos de congestión glandular y nerviosa y falta de coordinación. Según muchos estudios, aumenta la agudeza mental y la habilidad de concentración. Se cree que intensifica la función mental aumentando la conductividad entre las terminaciones nerviosas en el cuerpo y en la superficie del cerebro. El oro es un mineral totalmente natural absolutamente inocuo y que no exhibe interacciones con otras drogas, siendo fácilmente tolerado por el cuerpo.
El Oro Coloidal está indicado en:
Repara el ADN, antienvejecimiento, antidepresivo, tratar adicciones, artritis reumatoide, enfermedades óseas, anemia, enfermedades cardiacas, asma, desordenes nerviosos, cáncer, tuberculosis, daño de vasos sanguíneos, obesidad.
En ningún momento se antepone la aplicación y consumo de coloides frente a prescripciones médicas profesionales de ningún tipo, ni pretende reclamar el uso de los coloides como tratamiento alguno, quedando su uso final sujeto a la responsabilidad de cada individuo.